miércoles, 21 de mayo de 2014

Amor platónico



Es como el concepto de dios:
Que alguien afirme su existencia, no significa que él exista...
Y que alguien niegue su existencia, no significa que él no exista.
Y luego está la humanidad:
Los que quieren creer aunque no puedan verlo y los que quieren ver para poder creerlo.

Hay quienes pueden verlo presente en todo su alrededor;
Y hay quienes ven lo mismo sin encontrar rastro alguno de su presencia.
Como 2 causas para el mismo efecto.
Porque al final, el efecto está ahí. Ocurrió, existe.

Y esto es platónico porque no quieres verlo.
Y aunque quisieras, no podrías verlo.
Y aunque pudieras, no querrías creerlo;
Y aunque lo creas, no deberíamos sentirlo...
Y aunque pudieses sentirlo, llegarás a negarlo.
Esto es perfecto: perfectamente platónico, porque el simplemente negar lo innegable lo hace más real.

Por eso, esto es más platónico que un romance de oficina; y más aún que meterte con la prima/hermana de tu mejor amigo. Porque hay un código de reglas, explícito en la oficina, e implícito en la amistad.
Algunas reglas de ésas que merecen romperse, pero que no recibirán su merecido.
Algunas reglas que están sólo para hacer las cosas más interesantes: mantener algo platónico.