miércoles, 15 de junio de 2011
No despechado
12/06/2011
Ella es una maravillosa persona, una grandiosa mujer.
Me ayudó a balancear mi mundo. Tiene muchos defectos, y no es perfecta, pero durante mucho tiempo intentó ser perfecta para mí.
Me hacía rabiar, pero mejor aún, me hacía reír, sonreír, me enternecía el corazón.
Me enseñó (Algunas voluntariamente, otras, simplemente aprendí) tantas cosas, sobre las mujeres, sobre ella, sobre las relaciones, y más profundo aún: me enseñó tanto sobre mí: sobre quien soy, sobre que quiero, sobre mis fortalezas, debilidades, y sobre mis planes.
Quien empezó siendo mi mejor amiga; y lo siguió siendo durante toda la relación.
Es quien no sólo protagoniza la parte más importante de mi pasado, sino protagonizó (y todavía lo hace) también mis sueños para el futuro.
Etiquetas:
optimismo,
personal,
reflexión,
Relaciones
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